La movilización estudiantil del 68 mundial fue un hecho determinante en la vida política y cultural de los países en los que se generó. Desde aquel entonces y hasta la fecha, dicho fenómeno social ha sido reiteradamente estudiado a partir de todo tipo de ópticas; sin embargo, su estudio sigue siendo inagotable, de la misma manera como también lo son otros acontecimientos históricos nacionales e internacionales.
La minería siempre ha sido asociada con lo masculino. En el imaginario social, el trabajo minero implica esfuerzos que van más allá de las capacidades femeninas: manejo de maquinaria pesada, riesgo en la ubicación de explosivos, excavación en profundidades con poco oxígeno y otras actividades más. La idea de que sólo el hombre puede lidiar con el trabajo pesado ha permeado tanto en las dinámicas colectivas, al grado de que el papel de la mujer minera ha sido ignorado a lo largo del tiempo.