El hablar de la ética y mencionar lo que ella implica, remonta la idea conceptual de revisar la forma en que el profesional la lleva a cabo en la práctica misma, esta es la visión más amplia de la aplicación en valores morales en un conjunto de experiencias emanadas por el hombre, la ética en este caso es la actitud hacia los demás, es la conducta objetiva que el individuo efectúa de manera consciente, no dejando de lado las cualidades profesionales en cuanto a humanización que el mismo posee de manera concreta para la eficaz intervención hacia con la parte más sensible de cualquier objeto de estudio: la sociedad.
La moral es mencionar una de las características puntuales en las que se encuentra todo ser humano, con el sentido de conciencia que determina el obrar de manera incorrecta o asertiva, esta es una cualidad de todo hombre o mujer, que manifiesta el sentido de acciones encaminadas al bien o al mal en el margen del concepto de la palabra misma.
Esta obra es un buen argumento para la defensa en el renombre del trabajo social, en donde se mezclan códigos coercitivos en cuanto a la aplicación legal de la ética que es visible hacia cualquier nivel de intervención en trabajo social, la moral cuestión interna que marca los rasgos intrínsecos y la mejora en la calidad de vida que el trabajador social se propone de manera personal y hacia con los principales portadores de carencias y necesidades.
Se busca un Trabajo Social que impulse, transforme y mantenga en situaciones favorables a la sociedad de los principales aquejantes inevitables de la misma, poniendo por delante el sentido ético, moral y la calidad de vida.
Probablemente no haya dos naciones tan bendecidas por la naturaleza ni tan maldecidas por su propensión a vivir en el abismo. Colombia, la de la Guerra de los Mil Días y Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; México, el de la Revolución Mexicana y Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Dos naciones privilegiadas por sus geografías, sus recursos naturales, sus historias, sus culturas y su gente solidaria; dos naciones asediadas por la pobreza, la violencia, la inequidad, la corrupción, el narcotráfico y la demagogia política.
La corrupción es un fenómeno complejo, tanto en sus causas como en la diversidad de sus manifestaciones y consecuencias. Su comprensión, las estrategias para prevenirlo y disuadir a funcionarios y ciudadanos de incurrir en su práctica, así como para detectarlo o sancionarlo, no pueden ser simples ni parciales. La natural complejidad del fenómeno se ve agudizada, además, por la novedad de la propuesta normativa y organizativa que ha elegido el gobierno y los ciudadanos en México para disminuir su recurrencia: el Sistema Nacional Anticorrupción.